Blogia
El Pombero

Abrí los ojos y asomate

Por Sergio Cutuli (*)
Ey, Pelusa, despertá! Afuera la gente clama por vos. Mirá cómo te quiere, y te quiere bien, ¿eh?. En serio, asomate, no lo vas a poder creer.
Che, che... Zurda mágica, dale. Dejate de joder, ¿cómo que ese corazón no puede más?
Barrilete cósmico, abrí los ojos de una vez. Tenés que ver lo que sos para tantos, mirá!!
Diego, Diegooo! Pegate con el puño así, en el pecho, como hiciste tantas veces... Dale un golpe a ese que siempre latió por Argentina y que ahora dicen que es grande como el de un búfalo. Reanimalo para que siga bombeando.
Dale Diez, ellas están acá, esperándote.
No jugués hermano, pará con este chiste. ¿Acaso no ves que la Tota y Chitoro están demasiado viejos para esto?
Escuchá, escuchá! ¿Sentís? Es la 12! Cuchá como grita! Maradooooo, Maradooooo!
Intentalo, dale, vos podés. Quiero que te pongas de pie, que sientas el frío del pasto en tus pies descalzos, que te mojes las patas en el mar, que el viento y la lluvia te golpeen en la jeta; que camines, así como estás, desnudo... Que te des cuenta que de nada sirve la plata. Que estás en bolas, loco, como en octubre del 60...
Abrí, abrí bien grande esos ojos negros. Quiero que mires para adelante, sobre tus hombros y también para atrás. Sí, hay muchos, pero no te confundas, en realidad estás solo. Algunos son como postes, como los defensores ingleses, ¿viste? Están ahí pero no cuentan.
Otros, ya lo sabés... Son como buitres. Deambulan, sobrevuelan, picotean, observan y esperan hambrientos, contentos de que estés mejor porque eso quiere decir que hay más sangre para chupar.
¿Y los que aparecen sólo para levantarte en andas? No, quedate piola, esos ni aparecieron. Esos van a volver cuando estés bien, vas a ver... Cuando estés más flaco, cuando tengas la copa llena de burbujas, cuando haya plata para gastar...
Y a unos pocos, a poquitos, no les hizo falta venir; siempre estuvieron, firmes, extendiéndote sus manos para que te levantes. Pero a lo mejor te cueste identificarlos entre la muchedumbre.
Lavate la cara, dale. Despabilate, que tengo algo para decirte.
Así como estás tengo un pedido para hacerte. Sí, sí, ya sé... Pero te juro que esta vez es por tu bien. Ojo, no te pido que la pongas al ángulo, no. Ni que nos lleves al Mundial, que traigas la copa, que dejes afuera Italia, que eludas a Shilton, que se la pongas como con la mano a Cani, que le escapes a la patada de Goicochea o a la marca de Reyna... Lo que te pido es más jodido, mucho más... Diego, che Diego... Abrí los ojos y asomate. No lo vas a poder creer.

(*) Periodista y maradoniano

0 comentarios